jueves, 12 de julio de 2012

Un tango, cuando ocurre

Irina (6) me abraza con ternura. Le canto un tango bajito, al oído.

Yo: No te olvides de mí, de tu Gricel,
me dijiste al besar el Cristo aquel,
y hoy que vivo enloquecido
porque no te olvidé
ni te acuerdas de mí,
Gricel,
Gricel.


Me abraza fuerte, muy fuerte.

Irina: Me has hecho llorar.

No hay comentarios.: