Con Ariadna, se te acabó dormir hasta tarde. Muerto de sueño, la llevás a Irina al colegio. Irina corre hacia sus compañeros, todos en fila india, hormiguitas hermanas jugueteando, olvidada de vos. Pero cuando van a entrar al edificio te descubre acechando sus ojos detrás de una columna, pobre papá hormiga estirando las últimas miradas, y te dice te quiero.
Y se te da vuelta el corazón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario